Digestivo

Niños malcomedores ¿Qué debemos cambiar?

29 diciembre, 2014

La preocupación de los padres por la alimentación de sus hijos es un tema habitual en la consulta y llega a alcanzar hasta el 60 % de familias con niños que no tienen problema alguno y presentan una exploración física completamente normal.

No todos los niños malcomedores son iguales y por tanto no podemos tratarlos a todos de la misma manera.

Según el Dr. Benny Kertzner, Gastroenterólogo Pediátrico del National Children Hospital de Washington (USA) a quien tuve la ocasión de conocer personalmente en un Curso Internacional para el manejo e identificación de niños con problemas en la alimentación, hay siete tipos de niños malcomedores:

       Niños muy activos, juguetones que raramente se acuerdan de que tienen que comer. Están más interesados en hablar y jugar que en el hecho de comer. Pueden tomar una o dos cucharadas y dan por terminada la comida siendo a partir de ese momento muy difícil mantenerlos sentados en la mesa ya que tiran la comida, la cuchara o lo que tengan por delante.

       Niños apáticos y ausentes. En estos niños tanto la comunicación verbal como la no verbal (contacto visual, sonrisa social, conversaciones) está muy limitada, tanto con los padres como con los cuidadores.

       Niños que son muy selectivos con los alimentos. Rechazan comidas específicas por su sabor, textura, temperatura, olor o apariencia. Muestran ansiedad con reacciones que demuestran su aversión por la comida, haciendo muecas o presentando náuseas que pueden llegar a provocar el vómito. Hay mucha dificultad en que prueben alimentos nuevos.

       Niños con cólico que  presentan un llanto inconsolable que interfiere con la alimentación en un niño de menos de cuatro meses de edad que está sano. En estos niños en ocasiones se les alimenta muy frecuentemente debido a que los padres muchas veces piensan que lloran por hambre.

       Niños que tienen miedo a comer. Suele aparecer de repente después de haber sufrido un acontecimiento traumático como puede ser un atragantamiento. En estos casos el niño llora solo con ver la comida, el biberón o incluso la silla de comer.

       Niños que comen mal porque padecen una enfermedad orgánica que habrá que investigar.

      Percepción errónea de los padres: Los padres creen que el apetito del niño está disminuido pero cuando preguntamos lo que come el niño vemos que es normal. Son niños que presentan un crecimiento adecuado.

      Será vuestro pediatra quien deba orientar cada caso en particular según al grupo al que pertenezca ya que cada uno se tratará de una manera distinta pero en todos ellos será necesario el uso de un suplemento nutricional completo y equilibrado que esté especialmente diseñado para niños que no coman bien. Además con el uso de este suplemento tendréis la tranquilidad de que vuestro hijo está recibiendo los aportes que necesita y que no está recibiendo con la alimentación. Por ésto considero fundamental utilizarlos cuando estamos intentando poner en marcha una serie de  reglas básicas de la alimentación y que van a contribuir a que los niños coman mejor en general.

      Estas reglas son las siguientes:

       Fomentar el hambre en el niño proporcionando 5 comidas al día separadas por al menos 3 horas.

       Limitar la duración de las comidas a 20-30 minutos. Después de ese tiempo el niño ya no tiene sensación de hambre.

     Enseñar a su hijo a comer hasta que se sienta saciado. Para ello pondremos una pequeña cantidad de lo que queramos que se coma en un plato y el resto en otro plato que el niño no vea. Nada más acabar esa pequeña cantidad le serviremos inmediatamente un poquito más y así hasta que finalice la comida.

     Alimentar a su hijo en una silla alta de comer o en la mesa familiar para que el resto de miembros sean vistos como ejemplo a la hora de comer.

       Minimizar las distracciones durante la comida. Evitar la televisión, vídeos, tablets….

       Mantener una actitud neutral ante un comportamiento adecuado con la comida. No aplaudirle ni festejarle porque está comiendo. Es lo que debe hacer…

       No permitir que su hijo mastique lentamente, ya que disminuirá su apetito. Alos más mayores se les puede recordar que se les retirará el plato pasados 30 minutos y que no habrá más comida hasta la siguiente.

       No amenazar ni dar de comer a la fuerza, ya que es un comportamiento contraproducente.

       No permitir que coma ni beba entre horas nada más que agua.

       Comidas apropiadas a la edad del niño

       Introducción sistemática de nuevos alimentos

       Fomentar una alimentación independiente. Los más pequeños pueden comer con las manos si aún no pueden manejar la cuchara y tenedor.

       Tolerar un cierto desorden lógico por la edad

 

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